El Misterio de la FE

 TEMA: EL MISTERIO DE LA FE

TEXTO: 1ª. TIMOTEO 3:8-9

INTRODUCCION

Un misterio es algo no entendido hasta ser revelado. En cuanto al evangelio, se emplea este término porque él quedaba más allá del descubrimiento humano por medio de razonamiento y observación. Vino a conocerse solamente por revelación directa de Dios a través de su Espíritu Santo, usando vasos de barro como sus ministros.

La palabra “Emunah” (hb) se traduce otras veces como fidelidad, veracidad, confianza o conciencia, todas características que pertenecen a la fe y que están incluidas en esta palabra hebrea. De la misma raíz proviene la tan conocida palabra “Amén”. “Emunah” aparece sólo doce veces en el Antiguo Testamento. En la RV60 la palabra “fe” también aparece en Números 35:30 e Isaías 57:11. En el Nuevo Testamento aparece 250 veces.

DESARROLLO

I.              EL MISTERIO DE LA FE

Efesios 2:8-9

El misterio de la fe son aquellas realidades que, veladas en el pasado, han sido reveladas ahora por Dios a través de Cristo Jesús y el Espíritu Santo.

·       Vivimos en un mundo donde todos los días mueren seres humanos, pero creemos en una eternidad donde la muerte no será más.

·       Todos los días hay cuerpos de hombres y de mujeres que bajan a la tierra y se corrompen, pero creemos que un día esos cuerpos resucitarán gloriosos.

·       Vivimos en un mundo donde el pecado hace estragos a diario, pero creemos en una eternidad donde el pecado habrá desaparecido para siempre.

·       Vivimos en una tierra donde el odio, la maldad, las intrigas, están a la orden del día. Pero creemos en una eternidad donde sólo imperará el bien.

·       Clamamos a Dios, oramos para que Su justicia se cumpla y Cristo aparezca de nuevo para arrebatar a Su Iglesia. Nos parece que Dios está sordo, que no nos oye, pero vivimos creyendo y esperando Su segunda venida. Creemos que un día, el Señor, con voz de arcángel y con trompeta de Dios, descenderá del cielo.

II.            LOS MISTERIOS

Romanos 5:1-2

Primero, gran misterio, el hecho que, si creemos, no es porque nosotros hubiésemos querido creer, si no por la gracia, la misericordia y la bondad de Dios. Cualquier idea de que el hombre pueda jamás ganar o merecer la salvación queda para siempre eliminada con estas palabras: Y esto no proviene de vosotros. Los muertos nada pueden hacer, y los pecadores nada merecen sino el castigo:

a.     Hebreos 11:1- La fe es la confianza en la fiabilidad de Dios. Es la convicción de que lo que Dios dice es verdad y que lo que promete se cumplirá:

·      La certeza, la seguridad de nuestra esperanza en Dios

·      La convicción, evidencia, prueba de lo invisible al ojo humano.

b.     Hebreos 11:2 & 6 – Solo se puede agradar a Dios y ser aprobado por el a través de la fe, no por las obras:

·      Las obras son solo manifestación de una fe viva, Santiago 2:17-23.

·      Se agrada porque nos acercamos con la convicción de que Él es real y cumple su palabra.

c.     Hebreos 11:3 – Nos permite cree, tener la seguridad que lo que Dios dice es verdad, aunque no lo veamos: Romanos 4:16-25

·      V16 – la fe es resultado de la gracia y el amor de Dios en nosotros, Efesios 2:8-9.

·      V17 – Dios es el único que pueda hacer algo de la nada, llamando lo que no es como si fuera, lo que no existe como si existiera, a lo muerto da vida.

·      V18-19 – La esperanza de la fe contrapone la esperanza de la naturaleza, de la opinión humana, y de las circunstancias.

·      V19 – Te permite ver como Dios ve, activa lo imposible e incomprensible a la mente humana. Lo que no tiene sentido naturalmente

·      V20-21 – Produce fortaleza y se ancla en las promesas de Dios

                                               i.     Anécdota:  Dos niñas estaban contando sus ahorros. “Tengo siete dólares”, decía una. “Y yo tengo diez”, contestó la otra. “No -dijo la primera- tú tienes cinco”. “Sí, pero mi papá me ha dicho que me dará cinco más esta noche, así que tengo diez”.

·      V22-25 – Te justifica ante Dios

CONCLUSION

Romanos 10:17

Conforme nuestros oídos son abiertos, y escuchamos el rhema de Dios, la fe crece en nosotros como resultado de alimentar la nueva naturaleza con el pan del cielo.