El Espiritu Santo y El Culto a Dios

 

TEMA: EL ESPÍRITU SANTO Y EL CULTO A DIOS

TEXTO: JUAN 16:13-15

INTRODUCCION

La adoración del pueblo israelita fue establecida y regulada por Dios mismo. De manera que, cuando la nación llevaba a cabo sus ritos y ceremonias de acuerdo con lo señalado por la revelación divina, la presencia del Todopoderoso se manifestaba para bendición de los adoradores. Igual sucedía en los cultos de la iglesia primitiva; y lo mismo debe suceder hoy en nuestras congregaciones. Solo el Espíritu que guía a toda verdad puede enseñarnos cual es el verdadero culto a Dios y como llevarlo a cabo.

DESARROLLO

I.              EL CULTO

Hebreos 9:1-6

El culto cristiano es importante por su origen divino. Desde sus inicios, nunca ha sido considerado como algo que se dio de la nada, o peor aún, como algo que surgió de la necesidad de mantener contento a un Dios airado o caprichoso que requería adoración.

El culto se deriva de la prescripción de leyes, preceptos e indicaciones precisas de un Dios cuyo objetivo era la comunión con sus criaturas mediante una disposición sumisa y enteramente voluntaria de sus adoradores.

II.            EL ESPÍRITU SANTO EN EL CULTO

Hechos 1:12-14 & Hechos 2:1-4

En todo culto existe un objeto o sujeto al que se adora. Algunos adoran lo que no saben o lo que, no conocen (Hechos 17:23), otros hacen imágenes de lo que jamás han visto. Pero la importancia del culto cristiano no radica en su liturgia, sino en la persona del Espíritu Santo que lo presencia. Lo anterior se constata cuando vemos que los hebreos fueron adoradores de Jehová, el Dios único y verdadero (Isaías 45:5). La congregación primitiva rendía culto a la misma Deidad, revelada en la Trinidad: Padre, Hijo y Espíritu Santo. La iglesia actual debe considerar seriamente a qué o a quién rinde culto; porque hasta hoy, Jesucristo sigue siendo el mismo Dios, y su presencia se hace tangible mediante el Espíritu Santo.

El Espíritu Santo es quien dirige, o debería dirigir, nuestros servicios. Él es un ser con todas las cualidades como para interactuar con la iglesia en el momento del culto. Su importancia radica, precisamente, en su persona; no sólo recibe adoración, no se queda estático o pasivo ante el desempeño de sus adoradores, más bien los dirige hacia una suprema y perfecta rendición.

III.        LA DIRECCIÓN DEL ESPÍRITU SANTO EN EL CULTO

Romanos 8:14-15

A diferencia de otras religiones, cuyas actividades convergían en simples ritos vacíos, el culto hebreo se distinguía por la calidad santa con la que sus participantes debían adorar, lo que provocaba una sensibilidad a la presencia del Espíritu Santo. Esta es la constante en la rendición de los israelitas, el Espíritu de Dios se manifestaba de distintas maneras, hablando al pueblo, bendiciéndolo, trayendo revelación y ministrando las vidas. Así entendemos que los hombres de Dios fueron guiados por el Consolador para desarrollar de forma magistral el culto a Jehová; todo el proceso de este, desde los sacrificios y ofrendas, las ceremonias y fiestas, eran detalladas por la intervención del Paracleto, y todo esto en un lugar específico.

a.     Dirección en la alabanza: Juan 4:22-24, Hechos 17:23 - director, músicos y cantores debe ser dirigidos por el Espíritu Santo para poder llevar al pueblo a la presencia de Dios. Pero, para eso es necesario conocer la persona del Espíritu Santo, tener comunión para escucharlo dirigiéndonos para dirigir. Se es necesario estar llenos de El para ser dirigidos por El, Efesios 5:18-20.

b.     La predica de la palabra: Hechos 4:31 - no puede ser una mera transmisión de conocimiento, ni una muestra de emociones con gritos, ni un bosquejo bien trazado, si no, la transmisión del mensaje de Dios por inspiración y revelación del Espíritu Santo. Recordemos que la Escritura es utilizada por el Espíritu Santo para redargüir, enseñar, corregir, pero sobre todo para convencer de pecado y traer salvación. El Espíritu Santo es el que convence de pecado al pecador, Juan 16:7-8.

c.     Las ofrendas y diezmos: estos también deben ser una muestra de la guianza del Espíritu Santo.

d.     Oraciones, ayunos, vigilias, etc.: Romanos 8:26-27 - el Espíritu Santo debe estar presente en toda actividad que la iglesia ejerza, sobre todo, todo lo que tiene que ver con el culto a Dios.

e.     Manifestación de dones: 1ª. Corintios 14:26-33, 1ª. Corintios 12:3-7 & 11 - una muestra del mover de Dios y de su Espíritu son la manifestación de los dones. SE DEBE ACLARAR, que el fluir de los dones en el culto no incita al desorden, si no al mover de la gloria de Dios en medio de su pueblo, 1ª. Corintios 14:40.

IV.         EL LLAMADO EN EL CULTO

Hechos 13:1-3

Notemos que estos hermanos fueron llamados durante el fluir del Espíritu Santo en el culto. Allí, en medio del culto y el fluir del Espíritu Santo, los ministros y los ministerios son manifiesto y confirmados. Esto no sucede en la casa viendo televisión.

CONCLUSION

Romanos 12:1-2

Nuestro culto a Dios debe ser racional, pero también, se debe dejar fluir la presencia de Dios a través de su Espíritu Santo.