TEMA: IGLESIA
PODEROSA
TEXTO: ROMANOS 1:16
INTRODUCCION
Jesucristo
creó una iglesia poderosa y llena de unción para transformar un mundo perdido,
enfermo y contaminado por el pecado.
DESARROLLO
Una
iglesia poderosa tiene tres cosas muy claras:
I.
I. ¿QUIEN ES JESÚS?
Mateo 16:13-18
Luc 9:18 Y
mientras Jesús oraba a solas, estaban con El los discípulos, y les preguntó,
diciendo: ¿Quién dicen las multitudes que soy yo?
Define la
naturaleza de la iglesia y sus recursos: sabes quien es Jesús es saber su propósito
en la cruz, es saber las victoria que nos ha dado como también los recursos del
reino que nos ha dado para ser una iglesia poderosa.
Si
queremos ser creyentes poderosos (gr. dunamis, Hechos 1:8), tenemos que alinearnos con los
objetivos del Señor. Su poder no está disponible para quienes prefieren
disfrutar de un club social en lugar de la espiritualidad.
II. II. ¿QUIEN ES LA IGLESIA?
2ª. Corintios 10:3-6
Define sus armas: “Armas ponderosas en Dios… el Espíritu Santo (llena),
la fe, el evangelio, la palabra, oracion, etc
¿Cómo
describiría usted a su iglesia? Tal vez la palabra amorosa le venga a la
mente, o quizás afable, familiar, tradicional, contemporánea o evangelizadora.
De todos los adjetivos que describen a nuestras iglesias, la palabra poderosa
probablemente no es la primera que le viene a la mente. Sin embargo, eso es
exactamente lo que Cristo quiere que sea su iglesia.
El
verdadero poder de la iglesia es espiritual, no político ni social. A veces, la
gente trata de fabricar, manipular, o duplicar su impacto, lo cual es imposible
porque la
iglesia es de naturaleza divina, y tiene su fuente en el cielo, no
en el hombre.
III. III. ¿CUAL ES SU MISIÓN?
Marcos 16:15-18
Define tu propósito
y tu ayudador, como el policía tiene clara su misión, el soldado también, de la
misma manera los creyentes debemos tener clara nuestra misión para ser poderosos
y vencedores.
Sin compromisos
ni intereses humanos
CONCLUSION
Joel 2:28-29
La iglesia
de los tiempos postreros debe mostrar el poder de Dios a través de sus obras y
la vida de los que la formamos.
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