TEMA: LA PUERTA DE LA
CARCEL O DE LA GUARDIA
TEXTO: NEHEMIAS 12:39
INTRODUCCION
Ya hemos restaurado once puertas en nuestra
vida, que nos ha llevado a restaurar nuestra alma y nuestra comunión con Dios. Al
llegar a esta última puerta, nos encontramos con el número doce. Este número es
de gobierno; si usted ha dejado que cada puerta sea restaurada, usted le está
entregando el gobierno y control de su vida a Dios. Esta puerta recibía dos nombres:
de la guardia y de la cárcel.
DESARROLLO
I.
LA ULTIMA
PUERTA
Amos 5:15
Al llegar y restaurar esta última puerta,
estaremos restaurando el gobierno de Dios en nuestra vida. Hemos caminado en un
proceso de restauración, donde poco a poco Dios ha quitado aquello que no le
agrada y ha puesto lo que nos faltaba, para ir formando la imagen de Cristo en
nosotros. En esta puerta es donde ya no nos gobierna nuestra propia justicia,
ni la justicia humana, si no la de Dios. Donde el justo es restaurado como
resguardado, pero también donde monta guardia para cuidar de su vida.
II.
LA PUERTA DE LA GUARDIA
Guardia:
1.
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Acción de
guardar o vigilar. De las raíces griegas koustodia (uno que cuida),
spekoulator (el primer en explorar,
escolta, espía), strategos (denota un magistrado civil; pero se usa también
del principal al mando de la guardia del templo, que era un levita) y fulake ( se usa con el significado un
guardia, vigía o atalaya).
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2.
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Conjunto
de soldados o gente armada que asegura la defensa de una persona o de un
puesto.
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3.
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Servicio
especial que se presta con el fin de cuidar o estar pendiente de algo
vigilando.
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4.
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Cuerpo
encargado de las funciones de vigilancia o defensa.
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Salmo 127:1
La mayoría de las traducciones traducen esta
puerta como la puerta de la guardia ya que era el área donde se juntaba la
guardia de turno y recibía las órdenes de sus superiores. Acá también era donde
entra la guardia personal de los reyes, quienes eran personas de renombre. El
capitán de la guardia era un funcionario de muy alto rango, el y sus hombres debían aplicar
frecuentemente la pena capital a los culpables de delitos políticos o de otras
faltas.
Al restaurar esta puerta nuestra
responsabilidad será velar, defender, custodiar, amparar y proteger nuestra
alma para que los muros y las puertas no sean destruidos nuevamente por los
enemigos de nuestra alma:
- 2ª. Pedro 3:17. Para no caer en doctrinas de error.
- Habacuc 2:1-4. Par ver lo que Dios dice.
- Nahúm 2:1. Para que el enemigo no te destruya, Nehemías 4:9.
- Nehemías 4:23. Siempre están armados.
- 1º. Crónicas 9:24-28. Sirven en la casa de Dios.
- Jueces 7:19. Son fieles y se mantienen despierto en la noche.
III.
VELAR
Mateo 26:40
Conceptos:
1.
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Hacer
centinela o guardia por la noche.
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2.
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Asistir
de noche a un enfermo.
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3.
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Observar
atentamente algo.
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4.
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Cuidar
solícitamente de algo.
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El mayor atributo de un guarda es que sabe
vigilar o velar durante la noche (las tinieblas). Ahora nuestro deber es
mantener una vida plena de comunión con Dios para que El vele por nosotros y
cuide de nuestra alma, pero nuestra responsabilidad es de velar con el. Un
descuido de nuestra vida devocional podría costar que el enemigo nos destruya
lo que Dios ha edificado. Por eso debemos velar:
- Mateo 24:42-44, porque la venida del Señor se acerca, Marcos 13:32-33, Lucas 12:35-40.
- Marcos 14:38-41, para no caer en tentación.
- Efesios 6:13 & 18, para resistir el día malo y poder perseverar ante la lucha y la prueba.
- Apocalipsis 16:15, para vivir en santidad y así ser considerado por el Señor como bienaventurado.
Velemos para que nada destruya lo que Dios ya
ha edificado en nosotros.
IV.
LA PUERTA
DE LA CARCEL
Isaías 61:1-4
Se llamaba así porque los que cometían una
falta eran llevados también a la guardia para tenerlos presos hasta que se
resolviera su situación. En una cárcel se mete todo aquel que ha cometido un
delito. Nosotros debemos sacar de nuestra alma todo aquello que venga a querer
destruir lo que ya se ha edificado. El problema es que en esa cárcel tenemos
muchas veces a nuestro hermano, nuestros padre, madre, familia, gente de
nuestro pasado que nos daño y no podemos perdonar, olvidar, no podemos dejar
nuestro pasado atrás, por eso vivimos en ruinas y no podemos edificar nuevos
muros Mateo
5:21-26. Otros tenemos cárceles de
amargura Hechos
8:23.
Cárcel:
El Código Penal hebreo no conocía la cárcel
como castigo legal, porque los israelitas no privaban a nadie de su libertad;
pero se usaba como medida policíaca para mantener al transgresor a disposición
de las autoridades. Nos ha llamado a dar libertad, no a aprisionar a otros, Isaías 42:5-7.
CONLUSION
Apocalipsis 21:7
Nos conviene vivir agradando a Dios para ser
hallados vencedores y así vivir eternamente con El. Doce puertas que mantendrán
nuestra alma limpia y segura del enemigo.