TEMA: MENSAJE A LAODICEA
TEXTO: APOCALIPSIS 3:14-22
INTRODUCCION
la iglesia en la época en la que Juan escribió el Apocalipsis, no se registra que sufriese algún tipo de persecución o tuviera herejías.
- Su problema era el orgullo y la ignorancia, provocados por su autosuficiencia y complacencia.
- Por esta razón recibió la condenación más severa de todas las que encontramos en estas siete cartas.
Laodicea significa: el juicio del pueblo, o también puede ser traducida “un pueblo justo."
DESARROLLO
I. HISTORIA
Laodicea fue fundada por Antíoco II (261-245 a.C.), y llamada así en honor de su esposa Laodice.
En aquellos días era uno de los centros comerciales más ricos de Asia Menor, además de un famoso centro bancario. Tal era su riqueza, que cuando la ciudad fue destruida por un terremoto en el 60 a.C., sus habitantes fueron capaces de llevar a cabo su reconstrucción por sus propios medios, sin necesidad de apelar a la ayuda de Roma.
- La ciudad era famosa por sus manufacturas de ropas confeccionadas con la lana negra de la región.
- También se enorgullecía de contar con una famosa escuela de medicina donde se llegó a producir un ungüento con propiedades para curar enfermedades de los oídos y un colirio para las enfermedades de la vista.
- Y dada la riqueza de la ciudad, sus habitantes se caracterizaban por la búsqueda del placer, por eso, entre sus edificios había un gran estadio, un hipódromo, tres grandes teatros, baños termales y se celebraban famosas ferias de mercadería.
En este ambiente había también una iglesia cristiana, establecida allí por la predicación de Epafras (Colosenses 1:7) (Colosenses 4:12-13) o de algún otro discípulo de Pablo.
- El apóstol les escribió una carta que se extravío (Colosense 4:16), y que se debía leer también en la iglesia de Colosas, y la que se escribió a los colosenses debía ser leída en Laodicea.
- La relación entre ambas iglesias no es de extrañar, puesto que Colosas se encontraba a tan solo 15 kilómetros al este de Laodicea.
A diferencia de otras iglesias, en el caso de la de Laodicea no hay ninguna palabra de alabanza.
II. LA INTRODUCCION
Apocalipsis 3:14
1. He aquí el Amén, el testigo fiel y verdadero:
Esta expresión subraya la fidelidad del Señor Jesucristo. En él todas las promesas son firmes e inconmovibles. Él es el que garantiza todos los pactos de Dios para con el hombre, 2ª. Corintios 1:20.
2. El principio (origen) de la creación de Dios
Esto no quiere decir, por supuesto, que Cristo fue creado antes que todo lo demás, tal como enseñaron los arrianos en el pasado, o los Testigos de Jehová y los Mormones en el presente.
Por el contrario, lo que se subraya aquí y en otros lugares, es la suprema autoridad y dominio que Cristo tiene sobre toda la creación por haber sido su creador, Juan 1:3, Colosenses 1:15-17, Hebreos 1:2.
En el libro de Apocalipsis debemos entender que Cristo es la fuente, el origen de todo lo creado,
la palabra "principio" como un título divino idéntico a "el Primero y el Último", Apocalipsis 21:6 & 22:13.
III. LA ADMONESTACION
Apocalipsis 3:15-16
1. Yo conozco tus obras, que ni eres frío ni caliente
El Señor conoce nuestras obras, lo que siempre muestra el verdadero estado espiritual de las personas.
En este caso, lo que Cristo reprocha a esta iglesia es que no eran "ni fríos ni calientes".
- Ni amaban ni odiaban. No se apasionaban por nada, ni por lo bueno ni por lo malo.
- El agua caliente es útil para el baño, y el agua fría sirve para calmar la sed en un día caluroso, pero beber agua tibia es muy desagradable.
- Lastimosamente los cristianos de Laodicea, que seguramente eran cristianos prósperos, sin muchas necesidades materiales, vivían un cristianismo sin compromiso, un cristianismo tibio.
2. Por cuanto eres tibio, y no frío ni caliente, te vomitaré de mi boca
La iglesia en Laodicea estaba en un grave peligro, porque si persistían en esa actitud, el Señor los vomitaría de su boca.
La iglesia en Laodicea hacia enfermar al Señor. Su tibieza le resultaba insoportable.
- Esta acción sugiere rechazo y disgusto. El Señor no tolera la tibieza.
Debemos preguntarnos entonces en qué consiste la tibieza:
- Implica indiferencia por las cuestiones espirituales. La persona no se preocupa por la enseñanza bíblica. No le importa si hay errores doctrinales y tampoco se preocupa por combatirlos.
- Falta de compromiso por la obra del Señor y despreocupación por el crecimiento espiritual personal.
- Dejan de ser luz y sal del mundo. Se llega a un punto donde el creyente se confunde con el mundo y tampoco actúa como luz.
- Describe a un cristianismo sin entrega verdadera, hipócrita, falso, mecánico, mezclado con el materialismo.
Esta es una condición muy peligrosa en la que no hay ninguna garantía de auténtica vida espiritual, puesto que lo mismo puede describir a un cristiano mundano como a un profesante no nacido de nuevo.
IV. LA INDIFERENCIA
Apocalipsis 3:17
1. Tú dices: Yo soy rico, y me he enriquecido, y de ninguna cosa tengo necesidad
Otra pregunta que nos debemos hacer es ¿cómo habían llegado a esta situación?
La respuesta la encontramos en las propias palabras de la iglesia en Laodicea:
- Ella decía de sí misma que era rica y que no tenía necesidad de ninguna cosa. En esta frase parece entreverse que ellos mismos se felicitan a sí mismos por su situación.
- No veían ningún problema en su situación, de hecho, parecen rechazar el diagnóstico del Señor Jesucristo. El problema, por lo tanto, es que se negaban a verse tal como eran realmente, y para colmo, tenían un exceso de confianza en sí mismos.
Notemos que comienza diciendo: "Yo soy rico, y me he enriquecido".
- En otras palabras, estaba expresando su orgullo y satisfacción por lo que habían ganado por sus propios esfuerzos.
- Seguramente los miembros de la congregación pertenecían a la clase alta de la sociedad, gozaban del respeto de la comunidad y tendrían dinero de sobra. Es probable que su lugar de reuniones fuera un edificio maravilloso, con muchas comodidades. Pero toda su riqueza se reducía a recursos materiales y humanos, pero esa no es la riqueza que el Señor valora. Seguramente habían dejado también de asistir con regularidad a los cultos.
El caso de la iglesia en Laodicea era realmente grave.
Miremos lo que dicen a continuación:
- "Y de ninguna cosa tengo necesidad". El orgullo espiritual que manifestaban no sólo era insensato, puesto que en estos asuntos nadie puede ser autosuficiente, sino que también era peligroso, porque como la Escritura señala, "antes del quebrantamiento es la soberbia, y antes de la caída la altivez de espíritu" (Pr 16:18).
En lugar de la dependencia del Señor, ellos habían llegado a sentirse tan seguros de sí mismos y de sus recursos, que hasta habían excluido al Señor de sus vidas, razón por la que luego lo veremos fuera, llamando a su puerta (Ap 3:20).
2. Y no sabes que tú eres un desventurado, miserable, pobre, ciego y desnudo
Los creyentes en Laodicea no tenían una percepción adecuada de su verdadera situación.
- Su riqueza les había dado una falsa sensación de seguridad. Pero su riqueza material no era un reflejo de su salud espiritual. Tal vez creían que se les debía envidiar, pero la realidad es que eran dignos de compasión.
Pero era difícil que cambiaran, porque para ello, en primer lugar, tendrían que ver la gravedad de su verdadero estado espiritual.
- Y aquí estaba el problema: la opinión de la iglesia difería radicalmente de lo que el Señor decía sobre ellos. Mientras que ellos se creían "ricos" y pensaban que no tenían necesidad de nada, el Señor los veía como "desventurados, miserables, pobres, ciegos y desnudos". Aquí radicaba uno de sus más graves problemas; estaban "ciegos".
Espiritualmente estaban en bancarrota y eran mendigos.
- Incapaces de ver su propia condición.
V. EL CONSEJO DEL SEÑOR
Apocalipsis 3:18-19
1. Yo te aconsejo que de mí compres oro refinado en fuego, para que seas rico
Estaban tan ocupados en la vida ganando dinero y comprando cosas, que habían desatendido el principal "negocio" en la vida, que es la compra del verdadero "oro divino".
2. Y vestiduras blancas para vestirte, y que no se descubra la vergüenza de tu desnudez
Como ya hemos comentado, Laodicea era famosa por las ropas confeccionadas con lana negra que allí se producían. Pero en contraste con eso, el Señor les ofrece "vestiduras blancas". Estas últimas hacen referencia a la justicia de Cristo imputada al creyente.
3. Y unge tus ojos con colirio, para que veas
El colirio que también se producía en Laodicea, nunca lograría mejorar su visión espiritual. Por eso, lo que aquí les ofrece el Señor es el verdadero discernimiento espiritual que viene a través del Espíritu Santo. Sólo de ese modo podrían ver las cosas tal como Cristo las ve. Sólo Cristo nos puede dar la verdadera vista (Jn 9:39), porque él es la "Luz del mundo" (Jn 8:12).
- Este era el problema de la iglesia en Laodicea; sólo tenían ojos para ver las cosas materiales.
resumen de este versículo, podemos decir que Cristo es todo lo que el hombre necesita:
- Riquezas divinas para nuestra pobreza espiritual.
- Vestiduras blancas de justicia para nuestra pecaminosidad.
- Vista espiritual para nuestra ceguera.
4. Yo reprendo y castigo a todos los que amo
Tal vez la iglesia en Laodicea no había ejercido la necesaria disciplina y corrección sobre sus miembros, y por eso habían llegado a esta lamentable situación.
5. Sé, pues, celoso, y arrepiéntete
El mal fundamental de la iglesia en Laodicea era su tibieza en los asuntos espirituales, algo que manifestaba en su ausencia de celo y entusiasmo en todo lo que hacían para el Señor.
VI. LA INVITACION
Apocalipsis 3:20
Como hemos visto, la situación era realmente grave. Tal era así, que el Señor ya no estaba en medio de la iglesia, sino que estaba fuera, llamando a la puerta para poder entrar.
- Esto describe una situación insólita, una iglesia que piensa que no necesita a Cristo y lo deja fuera.
- Notemos que dice "si alguno". Hasta este momento el Señor se había dirigido a la iglesia en su conjunto, pero la conversión es una cuestión personal, por eso aquí apela a cada individuo.
- El Señor quiere entrar para tener una cálida comunión con cada persona: "Entraré a él, y cenaré con él, y él conmigo". Todo esto sugiere una relación familiar
VII. LA PROMESA
Apocalipsis 3:21
Ahora, desde esa posición de supremo honor, quiere que aquellos que también vencen al mundo por medio de la fe en él (1ª. Juan 5:5, se sienten con él en su trono, un privilegio que no merecemos y que recibimos por la gracia de Dios.
CONCLUSION
Apocalipsis 3:22
Esta expresión que encontramos al final de cada carta tiene el propósito de que cada persona, de forma individual, recapacite sobre lo leído y lo aplique correctamente