2019

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Friday, October 11, 2024

El Decimo Mandamiento


SERIE: LOS 10 MANDAMIENTOS

TEMA: EL DECIMO MANDAMIENTO

TEXTO: EXODO 20:17

INTRODUCCION

La codicia es un mal del alma que corrompe y trae consigo otros grandes problemas como el orgullo, la avaricia, la contienda, la envidia, los celos, la ingratitud, egoísmo, el robo, adultero, homicida, idolatra y los pleitos entre otros muchos más problemas.

Avaricia – afán desordenado de poseer y adquirir más de lo que se necesita (cada vez más, y nunca se sacia).

Envidia – desear lo que otros tienen de tal manera que produce dolor en el alma

DESARROLLO

I.              ¿QUÉ ES LA CODICIA?

Proverbios 11:6

La codicia es una trampa, en la que caen todos los que sus almas desean y buscan apasionadamente, lo que consideran de gran valor o riqueza.

Codiciar: Un deseo y afán excesivo e intenso por la búsqueda de riquezas, estatus y poder.

-       Un amor desmesurado por las cosas materiales.

-       No solo por lo ilícito y pecaminoso, si no también algo que sea bueno, pero al codiciarlo pecamos.

Hebreo:

Châmaddeleite, gran amor, desear con gran pasión, buscar placer de mismo, lujuria, fortuna, riqueza.

Betsa – deseo, pasión y amor desmedido de la riqueza de tal manera que ser persigue a toda costa.

Griego:

 Epitumia – desear algo ardientemente

Filarguria – amor por las riquezas (codicia o avaricia)

Pleonexia – querer tener más algo desmedidamente

-       Se manifiesta en el amor al dinero, el deseo de poder o ganancia, la voracidad por el alimento y la bebida, el sexo u otras cosas materiales.

La codicia es un deseo excesivo de poseer bienes, riquezas o cualquier cosa que simbolice estatus.

La codicia se caracteriza por: 

  • Ser un amor desmedido por las cosas materiales 
  • Reemplazar la satisfacción eterna por la estimulación temporal 
  • Anteponer la ganancia material a cualquier otra cosa 
  • Desear con un anhelo malsano, es decir, por motivos innobles, egoístas, poco saludables 

La codicia puede nacer de una carencia interior no saciada y de la falsa creencia, consciente o inconsciente, de que podremos llenar ese vacío con poder, dinero, reconocimiento y un estilo de vida materialista.

II.            LA RAIZ DE LA CODICIA

Mateo 5:27-28

Este pecado nace en el corazón no contento con lo que tiene deseando aquello que considera de mucho y gran valor.

-       Romanos 7:7-8 – el pecado es la raíz de la codicia

-       Santiago 4:1-2 – produce conflictos humanos y daña relaciones

-       1ª. Timoteo 6:9-10 – Produce deseos necios, dañosos, hunde en la ruina, la perdición, raíz de todos los males, extravía de la fe, trae ruina y perdición.

-       Colosense 3:5 – avaricia es idolatría, porque te lleva a perseguir, amar y desear las cosas más que Dios.

La codicia es una trampa que atrapa a los que aman todo lo que no tiene que ver con Dios, Proverbios 11:6.

III.          VENCIENDO LA CODICIA

Lucas 12:15

La codicia es un pecado que no nos permite dar valor a las cosas que tenemos, sino que nos hace mirar y desear los bienes y las bendiciones de los demás; Dios ha depositado cosas valiosas en cada uno de nosotros; nos ha dado lo necesario para habitar en esta tierra, pero mientras estemos llenos de codicia no vamos a notar lo afortunados que somos.

-       Hebreos 13:5-6 – confiar en la provisión de Dios viviendo felices con lo que nos ha dado

-       Filipenses 4:11-13 – aprender a contentarte con cualquiera que sea tu situación

-       1ª.  Timoteo 6:6-8 – aprender a ser piadosos y estar contentos

-       1a. Tesalonicenses 5:18 – la gratitud Cuando nos mantenemos continuamente conscientes de todo lo que Dios ha hecho por nosotros, protegemos nuestros corazones contra la codicia

-       Mateo 6:19 – no hacer tesoros en la tierra, si no en el cielo, pero ¿Cómo se hace eso?

o   Dando: Pro 21:26 – dar produce que hagas tesoros en el cielo

o   2a. Corintios 9:5 – que la codicia no sea la que te motive a dar, sino más bien, la generosidad.

o   Eclesiastés 5:13-20 – recuerda, nada te llevaras a la tumba, Lucas 12:16-21.

CONCLUSION

Proverbios 23:4-5

Simplemente dejemos de pensar en las riquezas, ellas vendrán como resultado de agradar a Dios.

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